2024

Con esta verdad en el pensamiento, desperté. Dejé de tratar de “arreglar el sueño” y acepté que, por ser la imagen del único creador, Dios, mi vida era divinamente inspirada, y que era guiada por el camino correcto con abundancia de propósito y satisfacción.

También sé que estoy rodeada por el amor de Dios y que Él me creó perfecta. No hay lugar para la enfermedad, puesto que yo soy perfecta y me aman perfectamente.

En este reino Dios, también conocido en la Ciencia Cristiana como Amor y Mente, está siempre presente y reina.

Los himnos siempre me ayudaron cuando he orado antes, así que mientras nadaba, canté un himno que conozco del Himnario de la Ciencia Cristiana.

Queridos miembros de La Iglesia Madre: James Rome le escribió una carta a Mary Baker Eddy después de la dedicación de La Extensión de La Iglesia Madre en la que se refería a la participación de ella en el proyecto: “Pero, ¿qué decir de esta magnífica estructura? ¿De dónde vino? Para mí es el resultado del amor que se estremecía en un corazón humano cuando murmuró: ‘Dios mío, ¿acaso no puedo tomar esta preciosa verdad y dársela a mis hermanos y hermanas?’ Jamás podremos agradecer a Dios lo suficiente por esa persona, agradecerle a usted lo bastante por su amor desinteresado” ( La Primera Iglesia de Cristo, Científico, y Miscelánea, pág. 62).

Había una sensación de calma y paz en mi pensamiento, y supe sin ninguna duda que la Mente divina me estaba gobernado.

Él me recordaba que yo era el reflejo de Dios, y expresaba Sus cualidades, tales como resistencia, fortaleza y libertad.

Nadie sabía dónde estaba nuestro familiar, pero el Cristo estaba con él, le hablaba, y este hombre no podía estar separado de esta comunicación divina.

Echar fuera esa moneda sin valor del sentido personal nos libera para encontrar la alegría y la paz que buscamos.

Obtuve una nueva perspectiva de Dios: que Él es nuestro Padre-Madre Dios, del todo armonioso, del todo amoroso.