2024
La función del bibliotecario es señalar el camino hacia el Cristo, la Verdad, la senda que conduce a la curación.
Mi práctica diaria consistía en mantenerme cada vez más en la bondad de Dios y en todo lo bueno que veía expresado a mi alrededor, y verme a mí mismo como el reflejo de Dios.
Por eso, cada vez que era tentado a sentirme resentido, revisaba el pensamiento y lo reemplazaba con gratitud por el bien que mi aparente enemigo y la situación difícil le hacían a mi crecimiento espiritual.
En lugar de pedirle a Dios que nos arroje un poco de bondad, es una alegría abrazar la presencia constante de Dios y su amor inquebrantable, inmutable e ilimitado.
Estaba completamente libre de ira, resentimiento, ansiedad y culpa. Solo sentía amor y perdón.
Cada uno de nosotros es necesario como reflejo individual y preciso de Dios, al completar Su totalidad.
Original en español
Después de orar con esta declaración por unos momentos, de repente sentí un suave “ting” en mis oídos y el dolor desapareció de inmediato.
Estaba de camino a la curación, aunque en ese momento no podía verlo.
Recordé muchas ocasiones en las que las personas de la Biblia acudieron a Dios en busca de seguridad y protección en medio de las tormentas; incluso Jesús en el mar de Galilea con sus discípulos (véase Marcos 4:37-39).
Insistí en mantener mi pensamiento solo en Dios y lejos de la sugestión de que las destructivas fuerzas materiales tenían el control.